lunes, 24 de noviembre de 2014

Segunda semana con nuevo estilo de vida, Diario.

Diario:
Luego de dos días con mal tiempo y pereza para escribir, creo que las condiciones se han prestado para continuar pegando aquí (diario), como me ha ido desde la última vez que escribí, refiriéndome al resumen de la semana y mi histeria intelectual, que dicho sea de paso, es sólo mía.
Por lo pronto cambio de tema y me ubico en espacio actual: ayer y hoy, supuestamente ayer debía correr y hacer una entrevista a un colega de trabajo para un video reportaje, pero el tiempo no lo permitió, ni tampoco permitió que corriera mis veinte minutos.
Al verse frustradas las dos gestiones pensé "el modo que esta organizada mi agenda no es eficiente, me estoy estrenando mucho, sobre todo en el planificar el viaje a mi casa y a la hora que llegue, que últimamente ha sido de noche, a pesar de los resultados positivos en mi entrenamiento me cansan más por el agotamiento del viaje. Reflexione. Entonces, lo mejor será hacerlo bien temprano en la mañana"
Al resolver mi agenda para el día siguiente, durante el resto de la noche hice algunas revisiones en una página que administro desde la isla(siempre que puedo y las amistades con banda ancha me ayudan) e instalé una tienda virtual, algo que por las pruebas que hice "in situ" funciona perfectamente, sólo queda hacer las pruebas fuera del situ y situarme en Internet para ver los resultados.

Al día siguiente --hoy--
Muy resuelto me desperté sobre las seis AM. Prepare una merienda ligera para tener algo en el estómago antes de salir a correr, y treinta minutos más tarde ya estaba caminando para uno de los campos deportivos de mi localidad. Esta vez no use una de las tres rusa habituales que tengo para correr, me dispuse a experimentar un en otro campo cerca de la terminal de trenes de Santiago de las Vegas .
La opción en principio fue buena, pero como el campo estaba mojado fue un poco incómoda la carrera cuando habían pasado los primeros diez minutos. Como no podía detenerme no hubo otra alternativa que vancarmelas y terminar.
Al finalizar no me sentí sofocado, todo estaba según lo pronosticado por un colega que me sirvió de consejero la semana pasada.
Entonces para no romper bruscamente la carrera modere el paso desde el campo deportivo hasta mi casa, primero rápido, luego moderado y así hasta el paso normal.

Ya Eran las siete y media, estaba en casa refrescando mientras el agua se calentaba para bañarme y afeitarme, porque a pesar de lo caliente que yo estaba, hacia un poco de frío.

De casa partí a la ciudad una hora más tarde, como no tenía trabajo en la radio hasta las 10 no tenía apuros. Por lo que me traslade en un ómnibus.
Todo el resto del día fue más o menos la rutina de todos los días, de biblioteca en biblioteca buscando documentación para estudiar, el trabajo en la radio, y coordinar ver a una amiga. Que al final no pudo ser porque en un momento del día el tiempo se puso bastante malo, hacia lluvia a raudales y yo no estaba para mojarme, además de que como andaba sin capa, nada que ver con viajar bajo la lluvia.
Luego esta amiga me envío un SMS comentando que no fuera porque estaban sin teléfono entre otros males.
Yo quería pasar por su casa, pero mejor las cosas las dejé tal y como estaban.
Más tarde me quede un rato en la biblioteca estudiando hasta tarde, aprovechando la miseria de conexión a lenternet y tratándo de ver conseguir alguna que otra bibliografía actualizada.
Llegaron las cinco de la tarde y me traslade hasta la primera parada del ómnibus ruta p16 que está cerca del hospital Hermanos Amejeiras(o almegeiras), no tengo muy claro el apellido pues siempre me ha tendido a confundir.
Una hora después aborde el ómnibus, porque el primero estaba insubible, es uno de esos que casi no tiene asientos, con las ventanas altas y un chofer fumador para completar...
Por lo que esperé al siguiente, pero lo que no pensé fue que el próximo iría a ser con las mismas cualidades.
Al ver aquello me dije:
Quien no quiere pan, casabe?
Pero el casabe no me tocó. Porque en el preciso momento que el microondas andante salía, otro ómnibus de características mejores se anticipó a recoger lxs pasajerxs.
Fue divertido, la gente comenzó a pelearse por subir para subir porque el chofer se había detenido en el medio de la fila, por suerte yo, que era el primero de la cola me adelanté a los acontecimientos y evité conflictos para mi persona.

Ahora sólo queda llegar a la casa, darme una ducha, alimentarme bien con lo que haya para comer. leer algo más tarde y a dormir. Que mañana será otro día. Digo, si no ocurre nada malo en el camino pues, este texto ha sido escrito en el tramo Vedado - Santiago de Las Vegas.

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