viernes, 9 de mayo de 2014

Yo, mi otro Yo, y mi otro Yo y el reconocimiento de Arcoiris en público



Anoche fue uno de los días más interesantes, bueno, no tan interesantes, pero para dar una introducción a este fenómeno reflexivo me inspiré a redactarlo así, como me divertí (nos divertimos) mucho con la experiencia de compartir el espacio con personas que trabajan en otras instituciones que respeto mucho por su trabajo pero igual no comparto algunas de sus políticas.


En toda la melcocha narrativa de este cuento realista jugaré un poco con mis sentidos del humor, por lo que en esta historia los protagonistas serán tres seres, mi ego bueno(yo n.1), mi ego venenoso (yo no. 2), y mi ego que se encarga de jugar el rol de arbitro en la tormenta de ideas que aconteció la pasada tarde noche al interior de mi cerebro (yo n. 3 “el raciocinio”):

La historia comienza a las 10 AM cuando una colega del Proyecto Arcoiris me avisó que debía presentarme en la Misión de Puerto Rico a eso de las 7 pm ubicada en la calle 22 n. 511, % 5ta ty 7ma, en Miramar – Estás invitado con otra colega nuestra como parte del proyecto – me dijo vía telefónica.

Horas más tarde, sobre las 5 PM estaba yo ubicando la dirección. Al llegar con una hora y media de antelación, aproveché el tiempo libre para continuar la lectura de una de las novelas recientes de Leonardo Padura – que dicho sea de paso me tiene enganchado el estilo de escritura. Y leí por un buen rato sentado en uno de los bancos de 5nta avenida.

6 de la tarde y 25 minutos. Es buena hora para hacer acto de presencia, dijo el yo No.1 a lo que los otros 2 yo, estuvieron de acuerdo y me trasladé hasta el sitio.
– buenas tardes ¿Vienes para la fiesta?
No tuve tiempo de responder si era una fiesta, solo puse un rostro de sorpresa, porque la verdad pensé que era una reunión informal en donde se conversaría sobre proyectos, conocer gente de otras regiones y beber algo.
– bueno, creo que si, me citaron para las 7, supongo que si. – le respondí con timidez.
– Adelante, eres el primero en llegar, siéntese donde usted desee. – y me guió al patio donde estaban las mesas.

Como estaba solo un poco aburrido, fui alentado por los 3 yo para continuar con mi lectura.

Pasados 15 minutos de las 7 aparecieron dos muchachas con un ánimo muy alegre, en su rostro denotaban ganas de invitarles a un trago y platicar toda la noche, la mayor de las dos sobre todo, a quien por el modo en que nos miramos inferí conocerla de algún sitio. En ese instante el Yo n.1 me recordó que ella pertenecía al Dpto Jurídico del CENESEX.

– Humm, mira a ver cómo te relacionas con ellas – dijo el Yo n.2
– Deja el veneno que ellas no están en nada compadre, deja la paranoia – replicó Yo n.1

El Yo no. 3 observaba desde la parte más frontal de mi cerebro y decidió cortar el debate entre los otros dos yo e invité a las dos chicas a sentarse en mi mesa.

– Y esta mesa está ocupada? Preguntó la más joven.
– No, estoy esperando a una persona solamente. Sean mis invitadas. Igual me parece conocido tu rostro – le dije a la mayor con una de esas miradas que se dar, tan dulce como la miel y penetrante como los rayos X.

Veinte minutos más tarde llegó una pareja, el varón dudó en varias ocasiones para sentarse a la mesa, entonces su pareja quien el presentó como su esposa dijo que la mesa donde estaba yo sentado se había reservado para los trabajadores del CENESEX..

– VEz ya empezamos mal, dijo el Yo2. Por algún lugar tenía que salir el asunto de las reservas ¿acaso no es esto para socializar? Que cada cual se siente donde quiera y después se junten o se separen?
– no te dejes provocar – dijo sosegado Yo1.

Yo3 no hablaba mucho, solo daba las ordenes finales a mi cuerpo y yo, muy obediente de ante la razón, cargué mis cheles y me mudé a otra mesa con mi sonrisa de 31 años.
– Aclaro, me mudé de mesa pero igual me interesa socializar con ustedes – les dije a las dos muchachas con quién había platicado un rato antes de que llegara la noticia de “pirarme de la mesa reservada”.
– Que cínico eres chico – dijo el yo n2.
– ¿Por qué ofendes a Luisito de esa manera chico? Eres venenoso papá, deja fluir las cosas el hizo lo correcto, además el tiene nada en contra de esas personas tan agradables a primera vista, porque tú no conoces a ninguno de ellos –reprimió Yo n.3. Es más, yo le ordené que tomara esa actitud. Así que estate tranquilo y copera.
– Toma por venenoso – se mofó Yo n.1.

La noche llegó rapidísimo y con ella el resto de las personas invitadas al lugar, todo muy chévere para mi gusto, entablé nuevos contactos, me re-encontre con viejos amigos y nos pusimos a dar chucho. Parecía que por primera vez en mucho tiempo los Y egos estaban de acuerdo en algo:

– Viste viste? En la mesa de allá? Todos están en parejas heterosexuales, no hay ni una pizca de pluma en el ambiente – dijo el Yo no. 2 con tono insidioso.
– Ay, es verdad. Estarán en Varadero todas? – Se mofó el Yo n.1 esta vez. Oye mira a ver ese comentario que está un poco fuera de lugar, menos mal que no nos escucha nadie aquí dentro del cerebro de luis.
Estaban equivocados los 2 Yo. Ahí fue que como por acto de magia uno de los comensales en mi mesa comentó: – parece que en aquella mesa la diversidad sexual se fue abolina, todos tienen novia. – Si, eso parece. Pero bueno, que viva la diversidad, aquí estamos todas y todos. – Dijo el Yo n.3 cerrando el debate entre los otros dos yo.

Al final los tres Yo acordaron pasar de página ese asunto y crecerse ante cosas tan triviales y poco importantes, de todos modos lo positivo de la reunión en general fueron las relaciones establecidas y, para bien del Proyecto Arcoiris, se reconoció su existencia ante todas las personas presentes (instituciones cubanas y extranjeras).

Fue enriquecedor el encuentro y demostró que la lucha por el reconocimiento de los derechos sexuales de las personas (desde otras organizaciones con carácter socialista) ya es indetenible, es hacia adelante sin marcha atrás. Por muchos que perezcan en el camino, otros seguirán.
Aquí algunas fotos de la actividad:





No hay comentarios:

Publicar un comentario