miércoles, 29 de enero de 2014

Un sabado no tan peculiar

Este sábado amaneció un poco frío, no como los anteriores, y como no
tenía planes de salir a la gran ciudad a trabajar, me dediqué a hacer
los quehaceres de la casa. así que por defecto me toca ir a buscar en
la bodega todo lo que me toca por la canasta básica:
Aceite, Arroz, Azúcar blanca, azúcar parda, frijoles, café, y
espagueti, decía para mi interior mientras planificaba mi agenda
diaria.

Antes de salir mi madre me orientó pasar por otra la bodega donde se
compra la leche (porque nosotros compramos en dos, una para la canasta
básica y otra para la leche de dieta...) a cambiar la leche en polvo,
porque la que había comprado días anteriores no era la que le tocaba,
ya que las personas operadas de cáncer les toca la leche entera, no la
descremada.

Al llegar mostré el paquete de leche al dependiente y pregunté por qué
me habían dado la leche descremada.
- La leche que toca es la vitaminada, -le dije- en mi casa la persona
que consume este producto recibe una dieta que exige una alimentación
especial, mientras más alimentos reciba su organismo mejor es su
calidad de vida.
El bodeguero se sonrió y me explicó que la leche que tenía en mis
manos no era la leche descremada,
-¿Tu no leíste el periódico¿ -preguntó él
-No
Él tomó el paquete que le mostré y me mostró la etiqueta donde decía
qué tipo de producto lácteo había comprado...
En ese momento recordé que se estaba dando hace un tiempo la famosa
leche que tanto se criticó, porque no sabe a nada según comentarios de
algunas personas en la calle.
- ¡Ay, es verdad! Se me fue esa.
- No cojas lucha a cualquiera le pasa eso, espetó el bodeguero.
Buena pena pasé, pero bueno, a cualquiera se le va un pase a tierra, pensé.

Me despedí del bodeguero y regresé a mi casa con todo lo que compré en
la bodega.

-Necesito que me compres unas libras de carne, -dijo mi madre-, mira
en la cartera negra hay un dinero, llégate por la calle 17 que está
cerca del Servi-Centro, y busca a Camagüey, el es amigo mío.
-¿Ajá?
- Si, dile que eres hijo mío y que me de dos libras de bistec, y si el
no está entonces ve al Agro y compra dos libras de carnero. ¡Ahh! Y si
hay huevo compra un cartón lleno, 3 libras de picadillo condimentado y
dos de pollo.

De todo lo que indicó no se pudo conseguir prácticamente nada, con la
excepción de que pude conseguir las dos libras de bistec.
En el regreso me percaté de una aglomeración de personas singular al
frente de la Iglesia que está en el centro del pueblo.

Me acerqué.

Era un camión de la Procesadora de Alimentos: había carne de res(lomo,
costilla, lengua, corazón, panza ) y de cerdo.
Me había quedado sin dinero, por lo que determiné seguir hasta la casa
dejar las dos libras de bistec y unas verduras que compré en el Agro
Mercado con el resto del dinero, al final me gasté 100 pesos en la
compra, 80 para las dos libras de carne y los 20 restantes en un trozo
de calabaza, un mazo de zanahoria y un puñado de ají para condimentar
la comida.
En casa mi madre me facilitó un poco más de dinero, suficiente para
comprar una buena cantidad de costilla y lomo de carne de res, es
gracioso, como años anteriores esta
palabra no se podía mencionar, incluso hoy es palabra mayor.

Finalmente en el parque.

Aquello estaba minado de gente, parecía un hormiguero, pero
desorganizado, aparentemente todo estaba desordenado, pero todo el
mundo sabía detrás de quien iba, pero siempre alguien se colaba. Por
causa de ello hubo tensiones, advertencias y peligro de que se
desatara una pelea entre dos personas mayores, porque hubo una señora
mayor que quería meterse en la cola alegando que iba detrás de una
persona que dicho sea de paso estaba colada. Aquello era hasta
gracioso ¿Quién se imaginaba que 10 años atrás la gente peleándose
para comprar un poco de huesos de Ternera? Digo ternera porque eso es
lo que decía uno de los carteles, pero bueno, a estas alturas del
campeonato ¿A quién le importa si es vaca vieja o joven? ¡Lo que
importa es que la difunta haya hecho "Muuuuuu" ¿Verdad?.

Finalmente tocó mi turno.

La libra de costilla es 6 pesos moneda nacional, y la de lomo 8 pesos,
así que aproveché e hice una compra para hacer unas cuantas sopas.
-Mijo, no hay nada mejor que el hueso de vaca para hacer la sopa, con
eso se puede hacer sopa por un largo tiempo. -recordaba sus palabras
mientras sacaba la cuenta de lo que compraría-
Está bien, compraré 6 libras de lomo y 10 de costilla, con eso creo
que se puede sacar un buen poco de pedacitos de carne y quizá hacer un
buen picadillo, o una salsa. Además de los huesos para sopa o el
potaje que sabe delicioso, me dije determinado y ordené al vendedor me
separara lo que tenía pensado comprar. Tuve que comprar otra java de
nailon para poder cargar con todo aquello, pues fue una cantidad
modesta de huesos. Todo por la sopa, me decía jocosamente.
Ya en casa me tocó hacer los bistec que compré horas antes un poco más
pequeños para que duraran más y todos los huesos los tuve que picar en
trozos mas pequeños, ya que eran demasiado grandes. Era obvio, son
huesos de vaca, deben ser grandes, si no lo son entonces me habrían
timado.

Esta noche será algo fuera de lo ordinario, pues para variar habrá una
suculenta sopa de carne de res. Algo que ni era pensable tener sobre
la mesa por allá atrás en los años noventa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario